“Visiones y Paradojas” (Le Ricolais).
Le Ricolais, siendo profesor en la Universidad de Pennsylvania, en una ocasión fue objeto de una broma de sus alumnos: un esqueleto humano apareció colgado junto a uno de sus artefactos estructurales, una de las muchas maquetas que existían en el taller experimental de estructuras. Fue una crítica de su exagerado nivel de abstracción y a su alejamiento de lo antropomórfico.
Pero lo sucedido no fue obstáculo para realizar algunos experimentos, el cuestionarse cómo un esqueleto humano era eficaz desde un punto de vista estructural. Se procedió a pesarlo y se vió que se trataba de una estructura considerablemente ligera (unos cinco kilos), que comparada con el peso total del hombre resultaba que el esqueleto podía aguantar veinte veces su peso propio: poco peso, pero gran solidez estructural.
La respuesta a todo esto se encuentra al examinar una microfotografía de la textura de un hueso. Ningún elemento es igual. La estructura interna consiste en una malla tridimensional de gran complejidad formal, cuya geometría se rebela ante cualquier cálculo debido al gran número de barras por junta y a su gran variabilidad.
“Si se piensa en los vacíos, en lugar de trabajar con los elementos sólidos, la verdad aparece”
La estructura está compuesta de agujeros, todos de diferente forma y distribución, pero con un inconfundible propósito en su materialización.
“El arte de la estructura consiste en cómo y dónde colocar los agujeros”
Una idea tremendamente ligada con toda forma construida: construir con agujeros, construir con materia hueca, con estructuras huecas, resistentes, pero sin peso.
“Si en lugar de trabajar con elementos sólidos pensamos en los huecos llegaremos a la verdad…el arte de la estructura es cómo y dónde colocar los huecos”
“Si se piensa en los vacíos, en lugar de trabajar con los elementos sólidos, la verdad aparece”
Malla, Masa y Superficie: Canalizar los esfuerzos de una estructura exige un vehículo, un medio en cual desplazarse, y este no puede ser otro que la materia. En cada punto de una estructura existirán unas tensiones de equilibrio, y por transmisión y entrega de esas tensiones se canalizarán las fuerzas exteriores a través de la estructura en función de su forma. En último término, es decir, molecularmente, las tensiones en cada punto tendrán unas direcciones y por tanto un resultado vectorial. Así, la masa se nos descubre ahora como una malla apretada de partículas de elementos. En la estructura interna de un hueso seccionado se aprecia como la masa puede especializarse, ahuecarse en direcciones de esfuerzo que atienda las solicitaciones de la estructura.
La superficie es en definitiva una retícula, y por extensión la masa es una malla apretada. Para cumplir su condición de retícula o malla tridimensional, sus partes integrantes han de tener cierta cohesión, ciertos vínculos vitales con sus partículas adyacentes. La malla y la superficie serán lo mismo, y sus posibilidades, enormes.
Listado de una o más fuentes relacionadas con las que se va a ampliar dicho tema:
· “La estructura veloz a propósito de la obra de Emilio Pérez Piñero y Félix Candela”, de Josemaría Chutichaga.
· “El arte de construir con agujeros”. Antonio Juárez. Orbis Tertius: Revista de Pensamiento y análisis de la Fundación SEK, nº1, año:2007.
· “Cuerpo humano y Arquitectura. Analogías, metáforas, derivaciones”. Juan Antonio Ramirez. Editorial: Siruela.
Interés del tema escogido:
Me resulta una gran aportación de Le Ricolais en el campo de las estructuras y de la arquitectura. Le Ricolais no pensaba en la estructura como pilares de sección cuadrada de hormigón macizo, sino que empieza a intentar comprender como organismos con menos materiales pero con una organización más eficaz tienen la misma resistencia que aquellos con más material.
Como ejemplo de esta idea: Edificio de la Mediateca de Sendai (1995-2001), de Toyo Ito, donde los pirales del edificio no son sólidos, sino que son tubos (de 2 a 9 metros de diámetro), formados por barras en cuyo interior están alojados los núcleos de comunicación: escaleras, ascensores…El total de trece columnas huecas de tubos de acero soldado, con propiedades antisísmicas, quizás son los elementos más destacados de la obra pues recorren desde la primera planta hasta la última, variando así su sección en cada una de las plantas.
Aplicando el concepto de estructura = huecos con relación y movimiento, también se puede apuntar la obra Eduardo Torroja: Bóveda-viga para el Frontón Recoletos en Madrid, donde la superficie de la lámina de hormigón es perforada por la luz de una malla triangulada donde las tensiones se acomodan canalizadas por las líneas de fuera. Y destacando también la obra de Emilio Perez Piñero, aparecen las cúpulas reticulares para una exposición itinerante, donde quedan misteriosamente apoyados los trabajadores en la superficie casi inmaterial de sus mallas.